Un culo en el que podría rebotar una moneda.
Esa es la visión de mi nuevo compañero de cuarto que me saluda, mientras folla a una rubia en la mesa de la cocina.
Eso es justo antes de que consiga echarle un ojo a su polla gigante.
Consecuencias, bragas mojadas.
¿Y mencioné que es un Navy SEAL?
Un semestre.
Eso es lo que tengo que aguantar, y luego me iré, me graduaré, me iré al mundo real.
Pero, ¿puedo sobrevivir tanto tiempo sin convertirme en… su juguete?
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